Tras una noche completamente pasada por agua, los equipos se enfrentan por última vez a las pistas de Zaragoza, Teruel y Soria. La aventura llega a su fin, pero todavía tienen por delante una jornada repleta de retos.
Si el calor y el polvo fueron los ingredientes de los dos primeros días, el barro y el agua protagonizaron las etapas del fin de semana. Nuevamente, los Panda tuvieron que enfrentarse a este elemento, ya que además del cruce de ríos que figuraban en el roadbook, la tormenta de la noche anterior había dejado enormes charcos que también debían atravesar. A esto había que sumar el terreno fangoso que se forma alrededor, que supuso la prueba más dura a superar. No fueron pocos los participantes que tuvieron que echar mano de la eslinga para ser rescatados del atolladero.
Después de atravesar increíbles paisajes que alternaban una gama cromática de vivos colores, de cambiar de terreno cada escasos metros, de descubrir de cerca los cultivos florecientes; los participantes hacían su entrada triunfal en la plaza Mayor de Soria, donde los vecinos de la ciudad y algunos familiares y amigos los recibían. Allí tuvimos el honor de congregar a casi todos los Panda de esta edición especial y de llevar a cabo la ceremonia de entrega de trofeos a los tres mejores clasificados de cada categoría.
Con esto ponemos punto y final a Panda Raid Baja 800, pero siempre nos quedará el consuelo de que la nueva edición Panda Raid en Marruecos está prácticamente a la vuelta de la esquina.