Si las etapas anteriores se caracterizaron por el polvo y el calor, desde luego la tercera jornada de Panda Raid Baja 800 vino para demostrar que en Aragón también llueve (y mucho).
Los equipos que mejor lo hicieron en la etapa anterior, fueron los primeros en salir del campamento. Les esperaba un recorrido repleto de paisajes diversos con cañones, subidas empedradas, caminos con fesh-fesh y por supuesto, las temidas cruzadas de ríos.
El reto de los ríos ha sido lo que más complicaciones ha causado, tanto a los participantes que han acabado con los pies mojados, como a los propios Panda, los cuales debían permanecer arrancados después de cruzar para poder secar sus motores. Y como suele ocurrir, ante los mayores retos, también surge el mejor espíritu deportivo: el ayudarse entre equipos, remolcarse para sacar a los participantes atascados, el «mojarse» juntos…
Y por si hubiera habido poca agua durante el día, al llegar la tarde en el campamento esperaba la tormenta perfecta. La nube negra que se veía desde el final de la pista vaticinaba una noche complicada, iluminada con rayos y regada con litros y litros de lluvia que dejaban el suelo completamente enfangado.
«Ojalá para mañana haya secado todo un poco, porque lo único que nos falta en esta edición es tener que sacar de ríos de barro a los compañeros», bromeaban algunos participantes con vehículos 4×4. Lo que sí es seguro es que tendrán que aprovechar, porque la cuarta será la última etapa de esta edición ibérica.