Tras una salida épica desde la Torre del Agua en Zaragoza, los equipos se han enfrentado a la primera etapa de Panda Raid Baja 800.
194 kilómetros separaban la capital del Ebro del campamento de la prueba, por primera vez fijo en el mapa y sobre el que orbitarán las cuatro jornadas que componen la Baja 800. «Parecían pocos, pero han sido bastante intensos», comentaba uno de los participantes.
Una toma de contacto inicial que ha servido a los equipos para probar sus Panda, para ensayar la coordinación piloto y copiloto y para fundirse en paisajes que nadie imaginaba. «Qué pena, que teniéndolo tan cerca, nos sea tan desconocido a la gran mayoría», o «No es Marruecos, pero este entorno no tiene nada que envidiarle», afirmaban durante la cena.
La etapa de mañana, tipo maratón, será un verdadero reto para los equipos. Muchos kilómetros de pista, agudizar el ingenio, exprimir la orientación y conservar la mecánica serán claves para sobrevivir a la aventura.